La dignidad, o «cualidad de digno», deriva del adjetivo latino digno y se traduce por «valioso». Hace referencia al valor inherente al ser humano en cuanto ser racional, dotado de libertad y poder creador, pues las personas pueden modelar y mejorar sus vidas mediante la toma de decisiones y el ejercicio de su libertad.
La dignidad humana existe porque el ser humano se distingue de los animales precisamente por el hecho de tener autodeterminación y a su vez, una igualdad frente a los seres de su misma especie con respecto al trato, pero respetando siempre, de una u otra forma.
Las diferencias que les dan al ser humano esencia como tal, hace que la convivencia entre la sociedad misma se haga interesante y productiva.«La dignidad humana es aquella condición especial que reviste todo ser humano por el hecho de serlo, y lo caracteriza de forma permanente y fundamental desde su concepción hasta su muerte».
La dignidad de la persona como valor central, emanan de los valores como la justicia la vida, la libertad, la igualdad, la seguridad y la solidaridad, que son dimensiones básicas de la persona, que en cuanto tales se convierten en valores y determinan la existencia y legitimidad de todos los Derechos reconocidos por el ordenamiento jurídico.
Para ser dignos: Sabemos que somos merecedores de amor y respeto. Reconocemos que importamos y que tenemos valor porque existimos.- Podemos conducirnos a nosotros mismos y controlar lo que nos rodea eficientemente.- Reconocemos que tenemos algo valioso que dar a los demás. Respetamos y nos damos a respetar.
Podemos perder la dignidad si: Creemos que estamos destinados a sufrir.- No merecemos amor ni ser felices.- Le tenemos miedo al éxito.- Buscamos que los demás aprueben siempre lo que hacemos.- Sentimos envidia ante la gente que triunfa.- No confiamos en nuestras propias ideas.- Admitir que nos equivocamos nos hace sentir menos que los demás- No sabemos decir «sí» cuando es necesario y «no» cuando es debido.
Obstáculos para la dignidad:– Si nos comparan constantemente con otras personas de mayor éxito.- Si nos condicionan el amor que recibimos.- Si recibimos más críticas que elogios.- Si no aceptan nuestros sentimientos o nos impiden expresarlos.- Si no nos permiten hacer cosas de las que somos capaces.- Si abusan de nosotros física o emocionalmente, con palabras hirientes, pues éstas tienen el poder de construir o destruir el respeto que debemos tenernos.