Las acampadas callejeras organizadas por la plataforma ‘Toma la plaza‘, uno de los más de 400 colectivos que conforman el Movimiento 15M, llegaron ayer a su fin. No es un adiós definitivo, sino un hasta luego, ya que el objetivo de los ‘indignados’ es trasladar la actividad de los campamentos a los barrios y a los pueblos.
En la Puerta del Sol de Madrid y en la plaza de Cataluña de Barcelona, dos de los centros neurálgicos de las protestas, se desmontaron las acampadas bajo un ambiente festivo y con la promesa de mantener activa la indignación.
En Madrid, poco después de la medianoche, unos mil manifestantes desfilaron por calles del centro para terminar en el Congreso, donde protagonizaron una breve sentada. «Hoy nos vamos, mañana volvemos».